lunes, 13 de julio de 2009

30. INTERIOR/NOCHE/RELLANO


Aquel día el timbre no sonó como un taladro. Era él.
Abrió la puerta como quien encuentra la salida de un zulo y se lanzó a sus brazos. Él frenó la embestida con un gesto recíproco. Ella lo amaba en pijama. Lo amaba a través del Messenger. Lo amaba por la noche y por el día. Lo amaba en el instituto y cuando comía pizza. Él tenía que amarla tras su casco de moto. Los tequiero se escapaban por la rendija de la visera. Estaban condenados a acariciarse bajo la luz de los focos y el visor de la cámara. Eran el producto de la imaginación de alguien. Obligados a abrazarse y fundirse en un beso metafórico. Tenían la suerte de amarse en una escena de quince segundos.

30. Interior/noche/rellano.

5 comentarios:

  1. Esta vez tambien entendi a que te referias,bueno suerte con el corto estoy intrigada ,haber cuando podemos disfrutar de el (si el corto te sale tambien como este texto)exito asegurado.



    un saludo de tu admiradora MERY

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  2. Los textos no tienen sentido si no alguien que los lea así que...gracias por leerme...

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  3. Quince segundos pueden valer toda una vida. No lo digo yo: lo dice Dostoyevski al final de "Las noches blancas". Un beso:
    JLP

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  4. ¿Qué es lo que no dice Dostoievski? Dice tanto que... JLP...umm!! ¿Quién sos? qué dirían algunos...

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  5. Soy José Luis Piquero. Y transmito la cita más o menos exacta de D.: "Dios mío, sólo fueron unos instantes. Pero ¿acaso no bastan para llenar toda un vida?". "Las noches blancas", última línea.
    Un beso:
    JLP

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